¿Me recuerdas?… Yo soy tu Hermano. Anoche te llevé a volar en mis brazos… recorrimos muchos mundos… muchos espacios. Te hablé de la importancia de tu vida y de cómo puedes colaborar con nosotros. Ven… ven nuevamente a mis brazos… recuéstate aquí… cerca de mi corazón.
Cierra tus ojos e inspira profundamente tres veces y en cada inspiración, aspira suspiros tiernos del mundo celestial. Porque los ángeles te amamos con toda nuestra naturaleza angelical.
¿Observas ahora los ángeles que están frente a ti? Adornadas sus cabezas con diademas brillantes… se acercan para abrazarte… ¿Los reconoces? Son tus hermanos y ahora intensifican su labor para traer amor a la Tierra.
Acércate a ellos y participa en la purificación de tu mundo. Sólo tienes que desearlo desde el fondo de tu corazón.
Ahora ven… quédate conmigo… tu día será bellísimo… con sorpresas divinas. Te amo… Yo soy tu Hermano… y suspiro por tu amor.